El cuento de Rosalía
Érase una vez la niña
que llamaron Rosalía.
Escuchó a un tal Camarón,
y le dio un vuelco el corazón.
Y decidió ese día…
¡Que cantaora sería!
y con la música daría
a su cante un nuevo aire.
No tenía formación,
¡pero sí duende y tesón!
Así que empezó a estudiar
cómo era aquello de cantar.
Y a Flamenco se apuntó.
“¿Dónde vas Rosalía?
Este es un arte sagrado,
no es para aficionados
¡y menos para una chica!”
Había quién le decía.
“A mí me brota de dentro”,
respondía ella al momento.
“Mi piel no es marrón oscuro
y no gustaré a todo el mundo,
pero flamenca me siento.”
Tanto quería aprender,
que no se perdía una clase
ni aunque le diluviase.
Y allí empezó a florecer
el germen de El Mal Querer.

«Será mi proyecto final,
un disco conceptual,
una novela cantada,
en un libro antiguo basada:
¡El Román de Flamenca!”
Habla sobre una mujer,
víctima del maltrato
que sufre por un ingrato,
y cómo escapa de él
y de un matrimonio cruel.
Una historia de pasión,
celos y liberación.
Donde el quererse a uno mismo,
no es cosa de egocentrismo,
si no de pura razón.”
|Y a componer empezó.|
Después de su graduación
con su compañero Guincho,
fueron dando forma al disco
con valentía, emoción…
¡Y bien llenito de flow!
Una pizquita de rap,
un poquitito de pop,
la cuestión era mezclar,
probar y experimentar.
Y el resultado fue… ¡Tra, trá!
|Escúchalo, ya verás|
Era un sonido moderno.
donde añadía al flamenco,
ritmos sin venir a cuento.
Tan refrescante y urbano,
que a los jóvenes gustó.
|¡Y hasta dos Grammy ganó!|
Espero que esto te aliente,
a creer siempre en ti misma.
A pesar de lo que digan
mira la vida de frente,
y nada irá “malamente”.