Isabel Barreto, la exploradora que capitaneó navíos en los Mares del Sur

CUENTO: RUTH PRADA | ILUSTRACIÓN: PATRI EIRÍN

Hace mucho tiempo, en la época de los grandes viajes de exploración, vivía en Galicia una niña que era valiente, indomable y quería conquistar el mundo. Se llamaba Isabel.

La familia de Isabel pertenecía a la nobleza y su padre quiso darle la misma educación que a sus hermanos, algo poco habitual en aquellos tiempos. Ella leía y estudiaba mucho, aunque entonces no se podía imaginar que toda la geografía y geometría que aprendía le iban a resultar tan útiles años más tarde, cuando se convertiría en una auténtica exploradora.

La familia de Isabel se fue a vivir a Perú y allí formaron parte de la alta sociedad de Lima. Isabel disfrutaba de todo lo que una señorita podía desear, pero a ella la atraía demasiado la aventura y ese tipo de vida la aburría. Ella quería vivir peripecias como en los fabulosos libros de piratas que tanto le gustaban.

Entonces conoció a uno de los exploradores más intrépidos de la historia de los descubrimientos, Álvaro de Mendaña, un experto navegante que en ese momento estaba en la ruina. Se casaron y con el dinero de la dote de Isabel pudo comprar los navíos necesarios para poner en marcha una nueva expedición.

—Yo quiero ir contigo —le dijo Isabel a su esposo.

Los aguerridos miembros de la tripulación protestaron y dijeron que una travesía tan peligrosa no era lugar para una mujer. Pero como era la esposa del almirante pudo emprender ese viaje rumbo a los Mares del Sur.

Cuando estaban cerca de las Islas Salomón, una epidemia acabó con la vida de muchos marineros, incluido el esposo de Isabel. Para sorpresa de todos, antes de morir Álvaro la nombró heredera de todos sus cargos ya que confiaba plenamente en ella.

—Dejo por heredera universal y nombrada como gobernadora a mi esposa, doña Isabel de Barreto.

Así pues, Isabel tomó las riendas de la expedición como almiranta y tuvo que demostrar todas sus dotes de mando para dominar a un grupo de hombres que renegaban de que la jefa fuera una mujer. Fue una dura travesía llena de fatalidades: pasaron hambre y sed, hubo motines, conspiraron contra ella y además perdieron navíos.

Sin embargo, Isabel hizo frente a todas las adversidades con decisión y valentía y consiguió llegar hasta Filipinas, donde la esperaba un triunfal recibimiento. Desde entonces es conocida como la «reina de Saba de los Mares del Sur».

Así fue como Isabel Barreto se convirtió en la primera mujer con el cargo de alminante en la historia de la armada española y en una gran navegante y exploradora.

COMPARTIR ESTE CUENTO
La protagonista

Isabel Barreto

Navegante y exploradora. Está considerada como la primera mujer que ostentó el cargo de almirante en la historia de la navegación.
Nació en Pontevedra en el siglo XVI.