Las mil vidas (en la sombra) de María de la O Lejárraga

CUENTO: ADRIANA HERREROS | ILUSTRACIÓN: LARA NORIEGA

Es una tarde de finales del mes de diciembre y nieva sobre un valle lleno de bosques de hayas. En este gran valle al norte –en una región que llaman La Rioja, famosa por sus vinos y hortalizas– hay un pueblo, San Millán de la Cogolla; también varias aldeas. A la sombra de su famoso monasterio comienza este cuento.

En esa tarde de finales de diciembre acaba de nacer María de la O Lejárraga, envuelta en copos de nieve. La niña María de la O coge algo de frío al abrir sus ojos por primera vez y llega al mundo siendo friolera.

De espíritu un poco salvaje, nuestra protagonista amará para siempre los bosques de hayas, los montes, las hortalizas y los monasterios.

Un día, siguiendo los pasos del padre Leandro Lejárraga, que era cirujano de profesión, la familia se traslada a vivir a Carabanchel Bajo, en Madrid. En sus calles estrechas, en el piso alquilado, la niña campesina echa de menos el valle.

—Pero, ¿por dónde se sale a la huerta?

—Aquí no hay huerta, María.

—Y, ¿cuándo la traen? ¡Que me traigan la huerta!

Su madre Natividad intenta distraerla y enseña a la pequeña María de la O, por pura diversión y sin obligaciones, geografía, matemáticas, latín, francés y el curioso arte de razonar. Una educación muy diferente a la del resto de niñas.

¿Sabes? Algunas personas viven una vida feliz, pero tranquila, sin cambios; viven la vida que esperan. Otras personas, sin embargo, encuentran varios caminos a lo largo de los años y eligen seguirlos todos; viven muchas vidas en una. María de la O Lejárraga es una de estas personas.

Al cumplir los trece años comienza sus estudios en la Escuela de Comercio, un cole moderno creado por la progresista y nueva Asociación para la Enseñanza de la Mujer. Ahí aprende que los hombres y las mujeres tienen los mismos derechos y practica mucho eso de pensar por sí misma.

Cumple su sueño y obtiene el título de maestra. Al poco, gana su plaza por oposición para las escuelas de Madrid, y empieza su primera vida como maestra en la Escuela Modelo Municipal.

—Voy a montar una gran biblioteca en la escuela y voy a hacer que aprender sea divertido. ¡Verás!

Entonces llega el Modernismo y a María le pica el gusanillo de la literatura. También conoce a Gregorio, un joven poeta, y juntos comienzan a tener ideas, a escribir obras de teatro y a fundar revistas literarias. Empieza su segunda vida como escritora.

María de la O y Gregorio también se casan y pasa algo curioso: esas ideas que tienen entre los dos, incluso las ideas que son solo de ella, aparecen firmadas solo con el nombre de Gregorio.

Hace no tantos años, las mujeres no podían escribir todo lo que les pasaba por la cabeza en libros que luego se vendían en librerías. Era un trabajo que muchos creían destinado a los hombres. Esto era algo tonto y muy injusto. Pero así era.

Con el nombre de Gregorio Martínez Sierra, María de la O escribe muchísimas obras de teatro, zarzuelas, piezas de ballet moderno… estas obras tienen mucho éxito y Gregorio se hace famoso.

—No importa que aparezca solo el nombre de Gregorio. Yo quiero escribir y que todo el mundo lo lea —pensaba María.

Entonces, en un viaje a París conoce al compositor Manuel de Falla. Él le enseña los secretos de la composición y la armonía. Empieza así su tercera vida. María de la O escribe los libretos para obras musicales y se convierte en una elogiada libretista. Siempre en la sombra.

Con la República, participa activamente en política y es una de las principales voces feministas que defienden la igualdad de derechos de las mujeres. Consigue también algo muy importante para una mujer en aquella época: ser elegida diputada. Esa será su cuarta vida.

Después viene la Guerra Civil y María tiene que exiliarse y vivir en otros países ¡Llega hasta a Hollywood! Tiene otra vez muchas ideas y escribe hasta películas. Pero ya no lo hace con el nombre de su marido. Decide usar su propio nombre. Este será el comienzo de su quinta vida, pero eso ya es otro cuento.

Y así fue como María de la O Lejárraga, que vivió y trabajó casi en la sombra, se convirtió en la autora más prolífica e influyente de su generación y en una figura fundamental para la historia cultural española del siglo XX.

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María de la O Lejárraga

María de la O Lejárraga nació en San Millán de la Cogolla, La Rioja, el 28 de diciembre de 1874. Novelista, dramaturga, ensayista, traductora y feminista, escribió las obras con las que su marido, Gregorio Martínez Sierra, alcanzó la gloria. Suyo es, por ejemplo, el libreto de 'El amor brujo', de Manuel de Falla. Sus obras teatrales alcanzaron enorme éxito de crítica y público aunque nadie sabía que la autora era ella.