Lola Touza y sus hermanas, tres valientes contra los nazis

CUENTO: ANA CERMEÑO | ILUSTRACIÓN: PILAR VEGA

Lola y sus hermanas pequeñas, Amparo y Julia, atendían una cantina en la estación de tren de Ribadavia. Los viajeros siempre se paraban a probar las riquísimas rosquillas que las chicas preparaban según una receta secreta.

Eran tiempos de guerra y pobreza, así que cuando alguien miraba con cara de hambre sus rosquillas, Lola, Amparo y Julia se las regalaban con un café calentito.

Una noche de invierno, un extranjero se quedó a dormir en un banco de la estación. Lola, para protegerlo de la lluvia y el frío, lo cubrió con su abrigo. Entonces aquel hombretón de tristes ojos azules le contó que había huido de Alemania, donde perseguían a todos los judíos como él. Ella no sabía qué era ser judío, pero lo mismo le daba. Lola y sus hermanas lo escondieron en la cantina. Al día siguiente, Lola habló con un amigo pescador:

—¿Cuándo sale tu barco? Necesito que cruces a un amigo mío hasta Portugal. Es judío. Está prohibido ayudarlos. Arriesgas la vida con esto. Sé que te pido mucho.

El hombretón cruzó a Portugal y desde allí consiguió llegar a América. Desde entonces empezaron a llegar a la cantina muchas familias judías que huían de Polonia y Alemania porque los nazis, que así se llamaban los malos que les perseguían, querían acabar con ellos.

Las hermanas los escondían en la bodega, y por la noche, cuando nadie los veía, el pescador y otros amigos que también quisieron ayudarlos cruzaban la frontera con los judíos escondidos. Así, las tres hermanas y sus amigos salvaron a más de quinientas personas durante la Segunda Guerra Mundial.

Lola, Amparo, Julia y sus amigos hicieron un pacto de silencio: nadie podría enterarse nunca de su secreto. Muchos años después, al otro lado del océano, en Nueva York, un judío viejecito quiso darles las gracias a las tres hermanas que lo habían salvado. Y las buscó. Así conocimos la heroica aventura de las hermanas Touza.

En una colina en Jerusalén hay un árbol que recuerda la generosa hazaña de Lola, Amparo y Julia. Ellas guardaron el secreto como el de la receta de sus riquísimas rosquillas, en la caja mágica de su gran corazón.

Y así fue como tres valientes hermanas consiguieron salvar la vida de muchas mujeres, hombres y niños judíos desde su humilde cantina en Galicia.

COMPARTIR ESTE CUENTO
Las protagonistas

Lola, Amparo y Julia Touza

Heroínas de la Segunda Guerra Mundial
Ribadavia, Galicia, siglo XX