Teresa Perales, la nadadora que rompe barreras

CUENTO: LEYRE PAREDES | ILUSTRACIÓN: MALU BARNUEVO

Desde que era pequeñita, Teresa soñaba con ser médica y trabajar en África ayudando a quienes más lo necesitaban. Pero la vida empezó a ponerle grandes barreras en su camino. Con quince años perdió a su padre y con diecinueve se quedó en silla de ruedas a causa de una enfermedad llamada neuropatía.

Un día de sus vacaciones de verano, Teresa fue con su familia a pasar la mañana a la piscina. Todos estaban en el agua y Teresa los observaba desde su silla, fuera del agua. Entonces su hermano y su tío le dijeron:

—Teresa, ven al agua con nosotros.

—No me gusta el agua y, además, no sé nadar. 

Después de decir esta frase, Teresa se quedó pensativa. Ella no era de rendirse sin ni siquiera haberlo intentado. Llamó a su hermano y a su tío y les dijo:

—He cambiado de idea, quiero meterme en el agua.

Entró a la piscina con un chaleco salvavidas y un silbato por si le pasaba algo. Su tío y su hermano la acompañaron en todo momento. Este primer intento fue un poco lío, pero dentro de la piscina sucedió algo increíble.

—¡Puedo moverme sin necesitar la ayuda de nadie! —dijo muy contenta. 

En el agua Teresa sintió una gran libertad, no necesitaba la silla de ruedas ni a nadie. Así que, a partir de ese momento, la piscina se convirtió en su lugar favorito. 

Después de las vacaciones se apuntó a un club de natación donde se pasaba horas y horas dentro del agua. Allí, Ramiro, que era entrenador de un equipo de competición, vio a Teresa y le dijo:

—¿Quieres entrar en nuestro equipo? He visto cómo nadas y creo que podrías hacerlo muy bien.

—¡Claro! Me encantaría —contestó Teresa.

Pronto empezó a participar en competiciones de natación. Teresa cada vez lo hacía mejor y se esforzaba mucho por superar sus marcas. Primero fue a campeonatos de España y del mundo y, más tarde, llegó hasta los Juegos Paralímpicos de Sidney.

—¡Unos Juegos Paralímpicos! Esto sí que es un reto —pensó Teresa, encantada de tener otra oportunidad para superarse a sí misma.

En Sidney ganó cuatro medallas, pero como ninguna fue de oro, Teresa se puso un nuevo reto: 

—En los siguientes lograré la medalla de oro. 

Entrenó mucho durante cuatro largos años hasta los siguientes, los Juegos Paralímpicos de Atenas. Gracias a su gran empeño no ganó una medalla de oro: ¡ganó dos! 

Teresa siguió compitiendo, superando retos y sumando medallas a su palmarés.

 

Así fue como Teresa Perales se convirtió en la deportista española con más medallas en la historia de los Juegos Paralímpicos.

“Ojalá tenga que decir un millón de veces que me equivoqué, pero jamás tenga que preguntarme por qué no lo intenté”.
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La protagonista

Teresa Perales

Campeona de natación, ha ganado 26 medallas en los Juegos Paralímpicos.
Nació en Zaragoza en 1975.